ARISTÓTELES

Aristóteles: oleo de Paolo Veronese 1560. Biblioteca Nazionale Marciana. Venecia

ONTOLOGÍA: CONCEPCIÓN DE LA REALIDAD: Contra el dualismo platónico,

Aristóteles afirma que el único mundo que existe es el que captamos a través de nuestros sentidos. Los seres de este mundo no son ideas, sino SUBSTANCIAS. Según la TEORÍA HILEMÓFICA, están compuestos de materia y forma. La materia es de lo que están hechos, y la forma es la esencia que los hace ser tal cual son. Aristóteles no admite que la esencia (a lo que Platón llama “idea”) esté separada de los seres de los que se predica. Siguiendo con la sustancia, el estagirita distingue sustancia primera y sustancia segunda. La SUSTANCIA PRIMERA es el individuo concreto: Sócrates, caballo, árbol…etc. Son las substancias verdaderamente reales y tienen entidad por sí mismas: La sustancia primera es el soporte real sobre el que descansan todas las demás cualidades cambiantes de las cosas. Estas cualidades cambiantes son los ACCIDENTEScolor, dureza, temperatura, etc.). Los accidentes existen sobre una base proporcionada por la sustancia: no existe el color blanco en abstracto, sino mesas blancas, papel blanco, pintura blanca, etc. Mientras la sustancia es un ser por sí mismo, el accidente es un ser que necesita de otro para existir. Las SUBSTANCIAS SEGUNDAS: son el género (por ejemplo, “animal”) y la especie (por ejemplo, “hombre”). No son substancias en sentido estricto, reales y palpables como Sócrates, sino que son reales a nivel conceptual, y no existen separadamente de la substancia primera en la que se dan.

Las sustancias están sujetas a CAMBIO, y para explicarlo recurre a la TEORÍA DEL ACTO/POTENCIA. Así distingue SER EN POTENCIA: lo que tiene posibilidad de cambiar, o desarrollarse: una bellota se puede convertir en encina y una encina en una mesa. SER EN ACTO: lo que una cosa es en la actualidad: La encina es ya la encina. Y NO-SER ABSOLUTO: impotencia o incapacidad total respecto a ser algo: El Partenón jamás será un árbol.

Los cambios de la sustancia pueden ser de dos tipos: sustanciales y accidentales. En los sustanciales la sustancia cambia apareciendo o desapareciendo. En los accidentales cambia alguna cualidad de la sustancia.

La causa última del movimiento es el MOTOR INMÓVIL, que mueve sin ser movido. Para Aristóteles tiene los caracteres de una divinidad: feliz, autosuficiente, perfecto. Es definido también como una inteligencia que se piensa a sí misma.

ANTROPOLOGÍA: CONCEPCIÓN DEL SER HUMANO 

Para Aristóteles el ser humano está compuesto de materia y forma, como cualquier otra sustancia, la materia es el cuerpo y la forma el alma. El alma es principio de vida, forma sustancial del cuerpo, de modo que, si esta faltara, sobrevendría la muerte. El alma es la perfección, lo acabado, lo que ha llegado a su fin o meta (telos). Pero como el alma es principio de vida, Aristóteles entiende que todos los seres vivos no inertes, tienen alma. Sin embargo, no debemos entender que el alma se divida en tres partes, como ocurría en Platón, sino se trata sencillamente de funciones diversas que van del grado más bajo al más alto. La VEGETATIVA es la propia de las plantas (aunque presente también en los animales y en el hombre). Ella es la causa de todos los movimientos que tienen como fin a las funciones de nutrición, de crecimiento o desarrollo y de reproducción. La SENSITIVA es la propia de los animales, en los que además de las tres funciones vegetativas, se encuentra la capacidad para tener sensaciones (sensibilidad). El alma sensitiva es el principio del conocimiento sensitivo, sentidos externos y sentidos internos, del apetito (deseo) que sigue a ese conocimiento y de la facultad locomotiva (movimiento). La RACIONAL es exclusiva del ser humano. En De Anima 414, señala que el alma es "aquello por lo que vivimos, sentimos y entendemos". Así pues, siendo única, el alma humana ejerce las funciones (o potencias) de la vida vegetativa, de la vida sensitiva y sus exclusivas funciones intelectivas: entendimiento y voluntad.

GNOSEOLOGÍA: TEORÍA DEL CONOCIMIENTO:

Aristóteles está de acuerdo con la existencia de ideas (universales, esencias), pero no como realidades separadas de las cosas, tal como defendía Platón cuando postulaba la existencia de un mundo inteligible separado del sensible. Las ideas son, según el estagirita, conceptos universales formados por inducción y abstracción gracias a la actividad de nuestro intelecto agente, y no fruto de la reminiscencia, tal como defendía Platón con su concepción de la inmortalidad del alma que recuerda las ideas del mundo inteligible. También Aristóteles está de acuerdo con Platón en que la ciencia no puede versar sobre lo particular, sino sobre lo general y universal, intentando buscar la esencia común que se encuentra en las cosas mismas, las sustancias, y no separada de ellas. Si separamos la esencia (lo que hace que una cosa sea tal cosa y no otra) de la cosa misma, dejan de existir la una y la otra. Según Aristóteles, Platón, intentando explicar este mundo lo duplica, lo cual, más que ayudar a conocerlo, lo dificulta.

Tampoco está de acuerdo en desprestigiar absolutamente el valor de los sentidos a los que considera imprescindibles en el proceso del conocimiento, dado que son el origen de la sensación que lo desencadena, y sin las cuales no habría modo de conocer nada. Aunque como ya hemos dicho, el conocimiento verdadero, la ciencia, debe centrarse en el conocimiento de lo universal.

El conocimiento puede ser sensible o intelectual. Todo conocimiento comienza por los sentidos. Aristóteles explica así el proceso de conocimiento:

En primer lugar, el objeto sensible es captado por cualquiera de los cinco SENTIDOS EXTERNOS.

Cada sentido capta una sensación diferente.

En segundo lugar, los datos suministrados se unifican en el llamado “SENTIDO COMÚN”.

En tercer lugar, en la conciencia se conservan y combinan entre sí por la intervención de la IMAGINACIÓN (capaz de producir imágenes) y la MEMORIA (conserva imágenes), formando una imagen despojada de todo elemento material.

A continuación, intervienen las FACULTADES SUPERIORES propias del conocimiento intelectual: el entendimiento agente y el entendimiento paciente. El ENTENDIMIENTO AGENTE tiene la función de abstraer las cualidades particulares de la imagen, creada por la imaginación y retenida por la memoria, y elabora un concepto que refleje lo esencial, lo universal (la forma).

Por último, el ENTENDIMIENTO PACIENTE iluminado por el agente “conoce” el universal (el concepto, la forma) y lo aplica a los casos particulares en los que sea menester. Respecto a los entendimientos, Aristóteles afirma que el entendimiento paciente es mortal y en cambio, el agente es inmortal y eterno. La oscuridad de la teoría de los entendimientos, la mortalidad o inmortalidad del alma dieron lugar a innumerables discusiones entre los comentaristas medievales de Aristóteles.

Finalmente decir que Aristóteles distingue tres tipos de saberes: teórico, poiético y práctico.

ÉTICA: VIRTUD Y FELICIDAD

Los puntos centrales en los que se articula la ética aristotélica son: la felicidad, la virtud, y la idea de término medio:

La felicidad es la meta o fin (telos) que el ser humano pretende alcanzar es la felicidad (eudaimonía), y por eso se dice que la ética aristotélica es eudaimonista. Sólo la felicidad es perfecta y autárquica (autosuficiente). Aun así, la felicidad es un objetivo complejo al que deben contribuir otros bienes menores sin los que sería imposible alcanzarla. Aristóteles distingue a este último respecto: a) Bienes externos: riqueza, honores, fama, poder...b) Bienes del cuerpo: salud, placer, integridad... c) Bienes del alma: la contemplación, la sabiduría...

Con independencia de las condiciones materiales de vida a las que nos hemos referido, Aristóteles hace consistir la felicidad humana en el pleno desarrollo de aquello que le es más esencial: la inteligencia (nous), que se alcanza mediante la actividad contemplativa, es decir, la dedicada al conocimiento puro, a la filosofía. La virtud de la sabiduría es la que proporciona al ser humano la verdadera felicidad, aunque debe conjugarla con otras virtudes y con los bienes exteriores. En esto coincide con Platón.

En cuanto a la virtud, Aristóteles afirma que es imposible que exista la felicidad sin ella, al igual que hacía Platón. La virtud se adquiere por el hábito, y no exclusivamente a través de la educación y el saber, como sostenían Sócrates y Platón. Saber qué es el bien, no implica hacer el bien. Por eso, junto a un buen entendimiento que nos ayude a determinar fines y medios, es necesaria la voluntad, que es lo que nos mueve o impulsa a obrar. A este saber obrar conforme a la razón, lo llama Aristóteles prudencia: una de las virtudes éticas básicas.

El estagirita distingue dos clases de virtudes: éticas, quese adquieren a través de la educación y se relacionan con la parte racional del alma. Las principales son el entendimiento, ciencia, sabiduría, arte y la prudencia, esta última es fundamental para la ética porque es la capacidad para discernir y hacer lo bueno o lo malo. Y las dianoéticas, se adquieren a través de la costumbre o el hábito cuyo fin es dominar la parte irracional del alma (vegetativa y sensitiva). Sin ellas sería imposible la convivencia. Las más importantes son: fortaleza, templanza y justicia. La justicia es una virtud ética muy importante. Consiste en dar a cada uno lo que es debido.

La virtud se identifica con el término medio entre dos extremos o vicios, uno por exceso y otro por defecto. Así, el valor es un medio entre la cobardía y la temeridad y la generosidad será el justo medio entre la prodigalidad (exceso) y la avaricia (defecto). La templanza es el término medio entre el libertinaje y la inapetencia. Pero el término medio no es igual para todos, cada uno haciendo uso de la prudencia debe determinar cuál es el suyo.

La vida más feliz y perfecta es la dedicada al saber, ya que supone desarrollar la parte racional del alma.      

POLÍTICA: EL GOBIERNO DEL ESTADO

Aristóteles, al igual que Platón y contrariamente a los sofistas (que defendían una teoría contractual de la sociedad) considera que la sociedad se asemeja a un gran organismo, de ahí que califiquemos su posición como un organicismo social: el Estado es como una especie de "ser natural" que no aparece como resultado de un pacto o acuerdo convencional entre hombres, sino que es natural al ser humano, es decir, pertenece a su misma esencia o naturaleza. Considera que el ser humano es un animal político y que el individuo no es nada al margen del todo al que pertenece: el Estado, porque sólo éste es autárquico. Lo importante es el bien común, y no el bien privado, tal como sostiene también Platón, aunque afirma que el fin que debe perseguir el Estado es el bien: la felicidad y perfección de los ciudadanos. Al igual que su maestro, Aristóteles considera que no puede existir una felicidad sin virtud, de ahí que el Estado deba fomentar una vida virtuosa. Sin embargo, en el caso del estagirita, el individuo tiene importancia en sí mismo y el Estado debe contribuir, como hemos dicho, a la felicidad.

Pero a diferencia de Platón, Aristóteles no propone ninguna utopía política y sabemos que para elaborar su Política se basó en los amplios conocimientos que tenía de las constituciones existentes en su época. Aristóteles rechaza la utopía platónica. Considera que la política debe ser el arte de armonizar la vida pública con vistas al bien común y la felicidad fundada en la virtud (Platón habla de "justicia" pero no de felicidad")

La familia y la propiedad son para el estagirita instituciones básicas de la polis, y no se debe atentar contra ellas como pretende Platón hacer en el caso de las clases de los guardianes y los gobernantes filósofos. El estagirita está en desacuerdo con algunas de las medidas políticas que su maestro pretendía imponer en la república ideal, como por ejemplo la abolición de la propiedad privada y la colectivización de las mujeres y los hijos, al considerar que eso acabaría con la moral y el propio Estado. La familia es para él un pilar fundamental del Estado.

Al igual que Platón critica los gobiernos injustos que tienden a buscar el bien particular y no el común. Afirma, al igual que Platón en su diálogo Las Leyes, que tanto la monarquía, como la aristocracia y la democracia son regímenes justos, y que son las leyes justas y su cumplimiento lo que es imprescindible para la buena marcha del Estado. Se muestra a favor de un régimen mixto: la Política o República. El mejor régimen será una mezcla entre oligarquía y democracia. Si Platón distinguía tres clases sociales, Aristóteles solo distingue entre ciudadanos y no ciudadanos. Considera ciudadanos a los que tienen un nivel medio de renta y exentos de trabajos manuales. Estos cumplirán dos funciones básicas en la polis: pueden intervenir en asuntos políticos y en la defensa de la polis. Los cargos serán electivos, no por sorteo.  Excluye a las clases productivas (obreros, labradores, artesanos y comerciantes), a los esclavos y a las mujeres, debido a que estos no poseen la razón ni la educación para llegar a la verdad y a la virtud que requiere el ser ciudadano. Platón, sin embargo, consideraba a las mujeres iguales a los hombres. En cuanto a la educación también Aristóteles ve conveniente que el Estado se haga cargo de ella.