KANT

Retrato de Kant, por Johann Gottlieb Becker. 1768. Schiller-Nationalmuseum, Marbach am Neckar, Alemania.

La obra que centra el interés gnoseológico de Kant es la Crítica de la Razón Pura (1781). Trata de establecer las posibilidades y el alcance del conocimiento humano.  La pregunta clave es ¿Cómo es posible el conocimiento?

Kant define su filosofía como un idealismo trascendental e intenta llegar a una síntesis superadora tanto del racionalismo como del empirismo en lo relativo al conocimiento. Contra los racionalistas dirá que hay conceptos que no pueden aplicarse más allá de la experiencia. Contra los empiristas dirá que existen intuiciones y conceptos que no provienen de la experiencia, sino que son anteriores a la experiencia misma, tales como las intuiciones puras de la sensibilidad: espacio y tiempo, y los conceptos puros del entendimiento: unidad, realidad, sustancia, causa.

Tras un análisis de los tipos de juicios, Kant llega a la conclusión de que los juicios sintéticos a priori son los propios de las ciencias, pasa a investigar la existencia de los juicios sintéticos a priori en la matemática, en la física, y en la metafísica. En las dos primeras ciencias los encuentra, pero en la tercera no.

Todo conocimiento comienza por los sentidos, los cuales nos suministran impresiones, pasa por el entendimiento que tiene como misión dar forma a esas impresiones constituyendo juicios, y termina en la razón, la cual elabora razonamientos.

En la ESTÉTICA TRASCENDENTAL estudia los principios a priori de sensibilidad, facultad mediante la que intuimos o captamos un objeto.  Y concluye que la matemática, que trabaja con las intuiciones puras de la sensibilidad, es una ciencia porque se sirve de juicios sintéticos a priori.

En la ANALÍTICA TRASCENDENTAL estudia las condiciones de posibilidad a priori del entendimiento y si existen juicios sintéticos a priori en la Física. La conclusión es que la Física, que emplea categorías (como la causalidad o la sustancia) aplicándolas a la experiencia, es posible como ciencia porque en ella encuentra Kant juicios sintéticos a priori.

En la DIALÉCTICA TRASCENDENTAL estudia las condiciones de posibilidad del uso la razón, que es la facultad superior de conocimiento en cuanto que cierra el proceso de conocimiento, conduciendo la pluralidad de los mismos a la unidad, elaborando conceptos cada vez más generales. Kant distingue dos usos que se pueden hacer de la razón: el uso lógico y el USO PURO. Este último no es lícito ya que aplica las categorías más allá de la experiencia, por la cual sólo podemos conocer fenómenos(lo que son las cosas para mí) y no noúmenos(lo que son las cosas en sí). Por lo tanto, LA METAFÍSICA NO PUEDE SER CONSIDERADA COMO CIENCIA.

Sin embargo, y esto es de suma importancia, las tres ideas: Yo-Alma, Dios y Mundo, serán recuperadas en la Crítica de la razón pura práctica, constituyéndose en los POSTULADOS de la Moralidad, tema al que Kant dedica esta segunda Crítica.

2. ÉTICA: CRÍTICA DE LA RAZÓN PURA PRÁCTICA

El objetivo de la Crítica de la Razón Pura Prácticaes el defundamentar una moral universalmente válida. Kant comienza criticando todas las éticas anteriores por considerarlas materiales, y no formales. Las éticas materiales son empíricas, hipotéticas y heterónomas. Por el contrario, Kant busca una ÉTICA FORMAL, vacía de contenidos, es decir, que sea a priori, categórica y autónoma.

La ética kantiana es deontológica porque se basa en el DEBER, entendido como obligatoriedad de realizar una acción cuando se sabe racionalmente que es conforme a la ley que la voluntad se da a sí misma de manera autónoma siguiendo los dictados de la pura razón. En este sentido Kant distingue tres tipos de acciones respecto al deber, pero sólo son morales las acciones por deber.

Para realizar el deber, la voluntad ha de actuar conforme al IMPERATIVO CATEGÓRICO que es formal y vacío de contenido. Kant propuso diferentes formulaciones del imperativo categórico. La primera sostenía que se debíamos actuar como si quisiéramos que todo el mundo en la misma situación actuara igual que nosotros. En la segunda formulación sostenía que todo ser humano debía ser considerado en nuestras acciones como un fin, y no como un medio o instrumento.

Al final de la Crítica de la Razón Pura Práctica concluye que, aunque es la imposible un conocimiento objetivo acerca del alma, Dios y de la libertad, sin embargo, hay que admitirlos como POSTULADOS DE LA MORALIDAD, sin los cuales sería imposible la propia moral.

3. FILOSOFÍA POLÍTICA DE KANT

 La filosofía política de Kant es el resultado del diálogo con las posiciones de los clásicos iusnaturalistas: Hobbes, Locke, Hume y Rousseau, y al realismo político de Maquiavelo; unas veces para expresar acuerdo y otro desacuerdo, constituyendo en sí misma una síntesis bastante peculiar.

Kant parte de una consideración de la Historia como progreso constante de la libertad y la racionalidad, situando la ilustración como la salida del hombre de su “autoculpable minoría de edad. La infancia de la humanidad es comparable, según Kant con lo que Hobbes, Locke y Rousseau, denominaron estado de naturaleza.

En efecto, el ESTADO DE NATURALEZA es una hipótesis metodológica para explicar el nacimiento del Estado y su legitimidad. Al igual que Hobbes, concibe el estado de naturaleza como un estado de guerra potencial, porque no existe una autoridad pública que imponga el respeto de los derechos naturales (propios del estado de naturaleza) Por tanto, esa falta de seguridad jurídica es la que aconseja a los hombres salir de ese estado de naturaleza y fundar el Estado, que garantice mediante leyes positivas los derechos naturales. Aunque el ser humano se debate entre dos tendencias antagónicas: la sociabilidad y la insociabilidad.

Para constituir un Estado, es necesario establecer CONTRATO ORIGINARIO, aunque para Kant dicho contrato no es Kant un hecho histórico, sino un ideal regulativo por el que se legitiman las Constituciones positivas. El pacto es el resultado de una voluntad general, no en el sentido que le da Rousseau, sino entendida como una guía por la que el legislador se obliga a establecer leyes función como si estas fueran derivadas de la voluntad general del pueblo”. Así, en la sociedad civil, todo ciudadano es un colegislador, pues al obedecer las leyes, se obedece a sí mismo.  El pueblo no ejerce su poder directamente, sino mediante una representación: ya sea un monarca o una asamblea. La soberanía no reside en el pueblo, sino en las leyes que han de ser el reflejo de la voluntad general. Desde esta posición Kant puede aceptar la legitimidad del monarca absoluto, suponiendo que éste, cuando legisla, lo hace identificándose con la voluntad del pueblo: su voluntad es expresión de la voluntad nacional. La finalidad del Estado es la de garantizar el Derecho y la seguridad ciudadanas.

En cuanto a las FORMAS DE GOBIERNO, Kant reserva el término «monarquía» para la autocracia republicana, de la que es partidario. La monarquía o es limitada, con un parlamento legislativo, y es entonces plenamente republicana, o es absoluta, pero actúa con espíritu republicano. En ésta el rey se siente representante del pueblo (para Kant, Federico II) y favorece la evolución hacia una forma plenamente republicana. El rey actúa en nombre del pueblo en tanto se inspira en el principio de no dar ninguna ley que no pueda ser querida por todo el pueblo: principio de la voluntad general.
           
En cuanto al concepto de “CIUDADANO” es bastante restringido porque se limita a “ciudadanos” a los considerados “activos”, es decir, a los que gozan de independencia económica. Estos están legalmente capacitados para ejercer el sufragio y hacer uso público de su razón. El ciudadano pasivo (mujeres, siervos) goza de igualdad y libertad naturales reconocidas por las leyes, pero es una parte pasiva del Estado y no le es reconocido el derecho al sufragio. El Estado de Kant es, pues, una agrupación de propietarios.

Mediante las expresiones: USO PÚBLICO y USO PRIVADO Kant establece la relación básica que el ciudadano ha de mantener con el poder. Entiende por uso público de la razón lo siguiente: aquél que alguien hace de ella en cuanto docto ante el gran público. O lo que es igual: una especie de crítica constructiva bien fundada que se realiza con el fin de mejorar y hacer progresar a la sociedad en su conjunto. El uso público no es, sin embargo, incompatible con lo que Kant denomina uso privado de la razón: utilización que le es permitida hacer en un determinado puesto civil o función pública. O lo que es lo mismo: un ciudadano que detente cualquier cargo público debe entender que las normas, aunque sean incomprensibles o anticuadas deben ser obedecidas, para evitar así la disolución de la propia sociedad que dichas normas tratan de garantizar. Ambos usos de la razón son necesarios y complementarios: el uso público hacer progresar la sociedad, el privado garantiza el orden social que sólo es posible si se respetan las leyes. Por esto último, Kant es conservador y no es partidario de la REVOLUCIÓN, ya que ésta atenta contra el orden social. El progreso en con el que se muestra partidario Kant es con el tutelado o vigilado por gobernantes bien capacitados (en el caso de la Prusia de su época por Federico II, monarca a quien Kant admiraba por su talante progresista). Sin embargo, Kant valoró la Revolución Francesa como un auténtico progreso en la Historia y aprobó su objetivo fundamental: el derecho de un pueblo a cambiar el despotismo por una constitución republicana. Dicha revolución es según Kant explicable porque en la situación pre-revolucionaria, aunque aparentemente existía la sociedad civil, de hecho, se vivía en estado de naturaleza, pues el soberano no tenía el poder suficiente para imponer su legalidad.

Por último, el pensamiento kantiano, en lo relativo a la relación entre los Estados se dirige a la construcción de un reino donde los seres humanos, y la comunidad de ellos, sean fines en sí mismos y donde reine una paz perpetua basada en el espíritu cosmopolita, fundando las bases del Derecho Internacional mediante el que se eviten los conflictos bélicos.